Desde 1920, Lanera Banfield y La Reinita fueron mucho más que un comercio: fueron parte del tejido cotidiano de generaciones de familias banfileñas. En estos días, luego de más de 100 años de trayectoria, el histórico local cerró sus puertas, pero su legado permanecerá vivo en el recuerdo y el corazón de vecinos y vecinas.
La escena se repitió durante décadas: madres y abuelas eligiendo madejas de lana en lo de Antun para tejer pulóveres, bufandas y cuellitos con dedicación y amor. Más allá del producto, lo que siempre caracterizó al lugar fue la calidez en el trato, la confianza construida con cada cliente y el respeto que se mantuvo intacto a lo largo del tiempo.
En reconocimiento a su historia, el presidente de la Cámara de Comercio de Banfield, Federico Casco, junto a la Comisión Directiva, rindió un merecido homenaje al local. A través de sus redes sociales, expresaron: “Hoy queremos dedicar unas palabras muy especiales a uno de los locales que fue parte de la historia de nuestro centro comercial en Banfield. Con mucho cariño, entregamos un reconocimiento a este comercio que cierra sus puertas después de tantos años de trabajo, dedicación y atención a la comunidad. Gracias por haber sido parte de nuestra familia comercial”.
El cierre de Lanera Banfield y La Reinita marca el final de una era, pero también celebra una historia de compromiso, cercanía y trabajo honesto. Un comercio de barrio que, sin dudas, supo dejar huella.